La escritura de los sueños.
¿Pueden los sueños pasar de convertirse de un asunto inservible, rechazado, o visto desde el ocultismo, para verse como elemento positivo para la construcción de subjetividad?
¿Podríamos aventurarnos en el trabajo con los sueños que en tanto más riesgosos y misteriosos, más atractivos y significativos sus impactos?
El sueño como ese amplio significante en el que todos y cada uno de nosotros también desarrolla la propia identidad, un gran narrador del ser humano, una instancia pedagógica, que posibilita la exploración de otras áreas del conocimiento, incluso del desarrollo personal.
Se trata de una experiencia con la intención de provocar una educación para los adolescentes que propenda por nuevas formas del conocimiento, de la comprensión de sí mismo; que además de explorar sobre la realidad concreta invita a interpretar e indagar la realidad soñada.
Para la muestra un ejemplo de ello:
Nada
Me
sentida abatido y miserable, la noche
era absoluta y el aire era sangriento y vil, cada rincón de mi habitación era
lánguido por la perpetuidad de mis
recuerdos. Al amanecer, desperté algo
perturbado por la bruma en el aire, era una mañana fría, pero cálida en su
esencia; pretendía recorrer la ciudad buscando a Mefistófeles, nos sabía nada
de él desde hace 5 amaneceres: recuerdo como se inmiscuía en mis asuntos, como
desbordaba curiosidad y yo perpetuaba el
misterio; era oscuro, era taciturno, pero también las mismísima trinidad vomitiva del vacío.
Estudiante de Séptimo.
Muy interesante!!!
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